El pasado lunes 10 de febrero y de repente mientras trabajábamos, escuchamos una sirena a deshora... Una sirena que no nos anunciaba cambio de clase, ni la hora del recreo, ni la sirena que avisaba para irnos a casa, sino la sirena que nos anunciaba de algún peligro en el cole y había que salir "pitando".
Ya en clase habíamos hablado de cómo había qué actuar en caso de incendio... Así que todos los niños y niñas dejamos de hacer lo que estábamos haciendo, nos pusimos en la fila, mientras que la seño bajaba las persianas y el encargado de ese día (Javi) apagaba la luz. Sin correr ni gritar para no perdernos ni asustar a los demás compañeros/as salimos de la clase, cerrando el último de la fila la puerta.
Nos colocamos en fila en la pista de fútbol de los mayores en el lugar donde le correspondía a nuestra clase.
El centro fue desalojado en 2 minutos.
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